Mortlake South, de 157,5 MW de potencia, está proyectado con 35 turbinas Nordex de 4,5 MW
ACCIONA Energía construirá en propiedad un parque eólico de 157,5 MW de potencia en Victoria (Australia) como resultado de la adjudicación lograda en el concurso renovable convocado por el Gobierno de ese estado, conocida hoy. El parque Mortlake South supone una inversión de AUD$ 288 millones (177 millones de euros al cambio actual). Se empezará a construir a comienzos de 2019 y estará terminado a mediados de 2020. Con él, la compañía incrementará en un 36% su potencia renovable en el país, hasta alcanzar 592 MW.
Mortlake South generará energía limpia equivalente al consumo eléctrico de casi 80.000 hogares australianos, evitando la emisión anual a la atmósfera de 532.000 toneladas de CO2 al año en centrales de carbón. Su construcción implicará la creación de unos 100 empleos, incluyendo unos diez para la fase de operación.
“El resultado de esta subasta nos permite ampliar y profundizar nuestras inversiones en Australia”, ha declarado Brett Wickham, director general de ACCIONA Energy Australia. “Celebramos que nuestro enfoque basado en la experiencia, la visión a largo plazo y el riesgo limitado haya obtenido reconocimiento y esperamos con ilusión trabajar con la Administración, los proveedores locales y las comunidades para hacer realidad este proyecto”.
Con almacenamiento
El parque eólico de Mortlake está proyectado con 35 turbinas Nordex de 4,5 MW, con rotor de 149 metros de diámetro y palas de casi 73 m. de longitud.
El parque incorporará asimismo una instalación de almacenamiento de energía con objeto de incrementar su rendimiento y facilitar su integración en la red eléctrica.
Mortlake South será el quinto parque eólico de ACCIONA Energía en Australia tras Cathedral Rocks (64 MW en Australia Meridional), Gunning (46,5 MW en Nueva gales del Sur), y Waubra (192 MW) y Mt. Gellibrand (132 MW), ambos en Victoria.
Australia es un mercado estratégico para ACCIONA Energía, que ha invertido en el país más de AUD$ 1.300 millones (814 millones de euros) desde su entrada en el país en 2002.